PROGRAMA DE SALUD DEL ADULTO MAYOR
l MARCO GLOBAL DEL PROGRAMA
1.- ACCIONES REALIZADAS A NIVEL MUNDIAL
La población de 60 años o más, a
nivel mundial, es de 650 millones, y se calcula que en 2050 alcanzará los 2000
millones. En los próximos cinco años, el número de personas mayores de 65 años
será superior al de niños menores de cinco años. (OMS, 2013).En este contexto,
se debe tener en cuenta que las necesidades de esta población son
multisectoriales: económicas, sociales, culturales, políticas, de vivienda,
urbanismo y transporte, así como están influidas por variables de género y
nivel socioeconómico, entre otras. Desde aquí, el reto sanitario se vuelve más
complejo.
2.-PLAN DE ACCION PARA LA SALUD DE LAS PERSONAS MAYORES
La Organización Mundial de la
Salud ha desarrollado la Estrategia y el Plan de Acción para la Salud de las
personas mayores, que establece las prioridades de acción para el período
2009-2018. (PAHO, 2009). Dicha Estrategia se basa en los valores explícitos de
los Principios de las Naciones Unidas para las personas mayores (independencia,
participación, cuidados, autorrealización y dignidad).
Teniendo como objetivo general
que las personas mayores de la Región tengan acceso a servicios de salud
integrales y adecuados a sus necesidades, se plantea un plan de acción para
estos países que se basa en cuatro áreas estratégicas:
Estrategia 1: La salud de las
personas mayores en las políticas públicas y su adaptación a los instrumentos
internacionales.
Estrategia 2: Adecuación de los
sistemas de salud para afrontar los retos del envejecimiento de la población y
las necesidades de salud de las personas mayores.
Estrategia 3: La capacitación de los recursos
humanos necesarios para afrontar las necesidades en salud de las personas
mayores.
Estrategia 4: El desarrollo de la
capacidad de generar la información necesaria para emprender y evaluar
actividades para mejorar la salud de la población de personas mayores.
2. AGENDA
ESTRATEGICA DE COOPERACION TECMICA DE LA OPS/OMS CON CHILE (2011-1014)
Con el fin de desarrollar una
cooperación técnica efectiva, que se concentre en la solución de las
necesidades prioritarias de cada país, la Organización Panamericana de la
Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) utiliza la Estrategia de
Cooperación de País (ECP). En el caso de Chile, esta ECP se ha desarrollado
progresivamente desde el año 2007. De esta estrategia surge la Agenda
Estratégica de Cooperación Técnica de la OPS/OMS con Chile para los años
2011-2014, documento aprobado en Septiembre del año 2011. (OPS, 2011 )
Esta Agenda identifica una serie acotada de
áreas prioritarias en las cuales la cooperación técnica de la OPS/OMS puede
aportar un valor agregado a la acción de la autoridad sanitaria en Chile. Ésta
contiene 11 objetivos, cada uno de los cuales prioriza un conjunto de temas que
son considerados los de mayor relevancia para el Gobierno de Chile, en el marco
de sus políticas y programas y acorde a la realidad nacional de salud. Uno de
estos 11 objetivos es Reducir la Mortalidad, Morbilidad y Mejorar la salud de
las personas a lo largo del ciclo vital, con su objetivo específico de
“promover el envejecimiento activo y saludable”
ll ACCIONES REALIZADAS EN CHILE
La Estrategia Nacional de Salud
para el periodo 2011 – 2020 ha desarrollado 9 objetivos estratégicos (figura 1)
en los que la atención de salud de las personas mayores, está priorizada en el
Objetivo Estratégico Nº 4: Reducir la mortalidad, morbilidad y mejorar la salud
de las personas, a lo largo del ciclo vital, con su objetivo estratégico
específico “mejorar el estado funcional de las personas mayores”.
Se han priorizado tres
estrategias fundamentadas basadas en la evidencia en relación a la salud de las
personas mayores en la Estrategia Nacional de Salud. Las cuales son:
1. Sensibilización y promoción
para incentivar el envejecimiento saludable y las buenas prácticas de cuidado
de la persona mayor, a través del trabajo intersectorial.
2. Mejoría de la calidad de atención de la población adulta mayor en Atención Primaria a través del aumento de la resolutividad en la atención.
3. Instalación de modelo de atención
geriátrica integral en red al interior de hospitales de alta complejidad.
Objetivos con respecto a
estrategia nacional de salud en relación con el programa:
Objetivo estratégico número 1: Reducir la carga sanitaria de las
enfermedades transmisibles y contribuir a disminuir su impacto social y
económico. Dentro de este objetivo, se encuentran especialmente
relacionados a las personas mayores los objetivos siguientes: Eliminar la
tuberculosis como problema de salud pública: se sabe que este grupo etario
concentra las mayores tasas de incidencia de TBC en el país y la neumonía
constituye la quinta causa de muerte en las personas mayores, Un aspecto
fundamental en relación a este objetivo, es aumentar la cobertura de
inmunizaciones anti-influenza y anti-neumocócica.
Objetivo estratégico número 2: Reducir la morbilidad, la discapacidad y
la mortalidad prematura por afecciones crónicas no transmisibles, trastornos
mentales, violencia y traumatismos. Destacan en relación a las personas
mayores, los objetivos siguientes: Aumentar la sobrevida de las personas que
presentan enfermedades cardiovasculares, Incrementar la proporción de personas
con hipertensión arterial controlada, Incrementar la proporción de personas con
diabetes controlada, Reducir la tasa de mortalidad por cáncer, disminuir la mortalidad por enfermedad respiratoria
crónica, disminuir la prevalencia de discapacidad severa, en trastornos de
salud mental seleccionados y disminuir la media de puntaje de discapacidad, destacando
en este último punto la importancia de rehabilitar a las personas con déficit
sensorial adquirido, trastorno que es muy frecuente en la población de personas
mayores.
Objetivo estratégico número 3: Reducir los factores de riesgo asociados
a la carga de enfermedad, a través del desarrollo de hábitos y estilos de vida
saludables, la primera de sus metas relacionada con todas las personas
mayores de 15 años: aumentar la prevalencia de al menos 5 factores protectores,
en población mayor de 15 años. Estos factores protectores incluyen: no fumar,
mantener un IMC< 200 mg/dl y glicemia.
Objetivo estratégico número 5: Reducir las inequidades en salud de la
población a través de la mitigación de los efectos que producen los
determinantes sociales y económicos de salud, se incluyen dos metas, transversales
a todos los grupos etarios: disminuir el índice de concentración de
autopercepción de salud por años de estudio, en población mayor de 25 años
y disminuir a media de tasa quinquenal
de Años de Vida Potencialmente Perdidos de las comunas priorizadas.
Objetivo estratégico número 6: Proteger la salud de la población a
través del mejoramiento de las condiciones ambientales y de la inocuidad de los
alimentos, se incluyen 6 metas transversales a todos los grupos etarios:
disminuir la tasa de días-ciudad del año que se encuentran sobre la norma de
material particulado, disminuir el nivel de contaminantes intradomiciliarios
seleccionados, aumentar la cobertura de comunas con manejo adecuado de residuos
sólidos domiciliarios, aumentar a cobertura de sistemas de agua potable rural
con agua segura y diagnóstico de disposición de aguas servidas, disminuir la
tasa promedio de los últimos 3 años de hospitalización por enfermedades
transmisibles por alimentos en brote, aumentar el porcentaje de comunas
seleccionadas cuya tasa promedio de los últimos 3 años de metros cuadrados de
áreas verdes por habitante, supera recomendación de Organización Mundial de la
Salud.
Objetivo estratégico número 7: Fortalecer la Institucionalidad del
sector salud, incluye metas también transversales a todos los grupos etarios,
entre las que destacan: Aumentar la proporción de servicios de urgencia de
hospitales de alta complejidad, que cumplen estándar de recursos humanos en
salud, Aumentar la proporción de Unidades de Pacientes Críticos de hospitales
de alta complejidad, que cumplen estándar de recursos humanos en salud,
Aumentar el número de centros de atención primaria en operación, con
mejoramiento, normalización y/o reposición, Aumentar el porcentaje de
pertinencia en la referencia entre los componentes de los servicios de salud.
Objetivo estratégico número 8: Mejorar la calidad de la atención de salud en un marco de respeto de los derechos de las personas, incluyen objetivos transversales a todos los grupos etarios: Disminuir lista de espera, Aumentar los establecimientos de salud acreditados, Mejorar la calidad de medicamentos y tecnologías sanitarias, Disminuir la insatisfacción usuaria.
2.- POLITICA INTEGRAL DE ENVEJECIMIENTO POSITIVO 2012-2015
En el año 2012, el SENAMA
desarrolla la “Política Integral de Envejecimiento Positivo” 2012-2025, que se
constituye como una respuesta intersectorial a las necesidades de las personas
adultas mayores.
Esta Política propone tres
objetivos generales:
·
Proteger la salud funcional de las personas mayores.
·
Mejorar la integración de las personas mayores a los distintos ámbitos de la
sociedad.
·
Incrementar los niveles de bienestar subjetivo de las personas mayores.
3. Estilos de vida en personas adultas mayores
El envejecimiento supone cambios físicos, mentales y sociales, siendo las principales causas de morbilidad y la mortalidad prevenibles resultado de procesos que se desarrollan durante toda la vida. La Encuesta Nacional de Salud 2009-2010, muestra los problemas de salud más prevalentes en el grupo de personas mayores, que al no ser diagnosticados y tratados por los equipos de salud, conllevan a una pérdida de la funcionalidad anticipada y un deterioro en la calidad de vida de esta población. Uno de los determinantes de la calidad de vida y el estado de la salud de las personas es el estilo de vida que llevan. Es por esto importante conocer los hábitos alimentarios y de actividad física que mantienen las personas como factores protectores, así como las conductas deletéreas que presentan, como el consumo de tabaco y alcohol. La ENS 2009-2010 midió estos factores en las personas de 65 años y más, que a continuación se detallan
.3.1 Hábitos Nutricionales
En primer término, la ENS otorga un dato acerca del porcentaje de adultos mayores que cumple con las recomendaciones alimentarias, y el resultado es que la proporción de personas mayores que cumple con estas recomendaciones, no supera el 20%
2. Atención integral de las personas adultas mayores
Tanto la realidad demográfica así como las
características sobre “el modo de enfermar” de las personas adultas mayores,
conducen a la imperiosa necesidad de ordenar, coordinar, jerarquizar y
protocolizar los cuidados sanitarios, a la vez de entramarlos a la malla de la
asistencia social, cuando ello corresponda, en especial para los casos con
compromiso funcional más irreversible tanto en lo físico como en lo mental.
En el marco del Modelo de
Atención Integral de Salud con enfoque Familiar y Comunitario, definido con la
reforma de salud, se plantea específicamente para las personas adultas mayores
plantear un piso básico garantizado mediante la conformación de equipos que
realicen la Valoración Geriátrica Integral (VGI) en toda la red asistencial, y
la implementación de la Asistencia Geriátrica Integrada en red. Poniendo especial
énfasis en:
·
Asistencia integrada. Se refiere simplemente al hecho que las personas adultas
mayores requieren ser integradas a todos los niveles y cartera de servicios con
que se dispone.
·
Asistencia integral. Supone la aproximación holística de la problemática de
salud de las personas adultas mayores, vale decir, su dimensión biomédica,
mental, funcionalidad física y social, en otras palabras, se refiere a la
Valoración Geriátrica Integral, que se debería aplicar en todos los niveles de
la red asistencial.
·
Atención progresiva y continuada. La persona adulta mayor, como cualquier
sujeto, puede presentar toda la variante de cuadros médicos, agudos,
quirúrgicos etc., pero la tendencia clara es hacia los cuadros crónicos y
discapacitantes, por esto último es que se justifica la necesidad de contar con
cuidados continuos. El cuidado progresivo se refiere al “progreso desde la
dependencia hasta lograr la independencia”, vale decir, desde el inicio de una
enfermedad aguda o crónica reagudizada que discapacita en forma severa hasta
completar la recuperación funcional o minimizar las secuelas. 141 En este punto
debe considerarse igualmente el planteamiento de estrategias para el cuidado
del cuidador. Sobre todo en el caso de las personas con mayor dependencia.
·
Fase aguda: Se entiende que en la fase más aguda o crítica de la enfermedad el
objetivo prioritario es salvar la vida, pero para el caso de las personas
adultas mayores es esencial iniciar de inmediato las medidas rehabilitadoras a
fin de minimizar el riesgo de secuelas funcionales futuras. Esta fase incluye
desde la misma UCI, pasando por la Unidad Geriátrica de Agudos (UGA) cuando
existen, hasta las camas básicas indiferenciadas.
·
Fase intermedia rehabilitadora: En esta etapa el objetivo es iniciar de
inmediato el proceso de rehabilitación, esta etapa no siempre es obligada; y
aunque hay algunos servicios europeos que ofertan esta etapa en camas de
rehabilitación o de “unidades de recuperación funcional”, se tiende a
efectuarlo en el ámbito ambulatorio, por ejemplo en el Hospital de Día como es
el caso del Instituto Nacional de Geriatría del SSMO, o bien a nivel más
comunitario como los Centros Comunitarios de Rehabilitación.
·
Fase de cuidados continuados: Por lo general, aunque no siempre, las personas
adultas mayores cuando enferman, en especial los más frágiles o vulnerables,
requieren de una vigilancia más activa para el logro de su estabilidad clínica.
Esta vigilancia continuada debería ser, en un principio, responsabilidad de los
equipos de Atención Primaria.
·
Domiciliaria: Incorpora a las personas adultas mayores dependientes severas.
Falta seguir trabajando en el desarrollo de un plan o programa nacional
dirigido a la persona adulta mayor medianamente discapacitado, al frágil o con
algún nivel de demencia, en especial aquellas con trastornos conductuales
asociados. Estos puntos recién descritos llevan a afirmar la necesidad
imperiosa y estratégica de contar con equipos de atención primaria capacitados
en la atención de las personas adultas mayores, como se ha venido desarrollando
desde hace ya un tiempo desde el Ministerio de Salud, en conjunto con el
Instituto Nacional de Geriatría y Universidades.
· Atención interdisciplinaria. La asistencia al paciente geriátrico requiere de todos los profesionales de la salud involucrados independiente del nivel asistencial, vale decir, desde el ámbito comunitario, atención primaria, hasta el nivel terciario. La estrategia sugerida son las intervenciones protocolizadas a través de consultorías de especialidades, con la participación de algunos estamentos profesionales con “mayor intensidad” que otros, según sea el caso clínico. En síntesis la atención a las personas adultas mayores compromete a los niveles de la red asistencial, comunitarios y sociales, los que deben dar una atención escalonada de acuerdo a los diferentes grados de necesidad según estas surjan desde los distintos 142 grados de enfermedad y /o discapacidad que planteen las personas mayores dentro de una determinada área. Esta atención debe seguir las características ya descritas de ser integrales, integradas, interdisciplinarias, especializadas y rehabilitadoras para integrar a la persona adulta mayor a su medio.
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